EXCURSIÓN A VER LA OBRA ELMER

En una vasta jungla, vivía una manada de elefantes. Había elefantes grandes, pequeños, jóvenes y viejos, pero todos eran de un gris uniforme. Todos, excepto Elmer, que era diferente: su piel estaba cubierta de cuadros de colores brillantes como el rojo, azul, amarillo, verde y rosa. Elmer era alegre y siempre hacía reír a los demás con sus bromas y ocurrencias. Aunque los otros elefantes adoraban a Elmer, él no se sentía feliz consigo mismo. A menudo se preguntaba por qué no podía ser como los demás, un elefante gris y común. —Ser diferente es cansado —pensaba Elmer—. Quiero saber cómo se siente ser igual que todos. Una mañana, antes de que el resto de la manada despertara, Elmer se marchó al bosque en busca de una solución. Caminó y caminó hasta encontrar un arbusto lleno de bayas grises. Con una sonrisa traviesa, Elmer se revolcó en las bayas hasta que su piel quedó completamente gris. —¡Perfecto! Ahora nadie me notará —dijo emocionado. De vuelta con la manada,...